Todos, en algún momento, sentimos la necesidad de hacer una pausa y mirar hacia adentro. En medio del ruido cotidiano, anhelamos reconectar con nuestra esencia y entender mejor nuestras emociones. Reflejos del Ser (RDS) nace como respuesta a ese anhelo: es una experiencia transformadora que combina hipnosis terapéutica y fotografía para ayudarte a “recordar quién eres” en un sentido profundo. Más que una sesión fotográfica convencional o una meditación guiada, RDS es un viaje creativo y neuroemocional que te permite explorar tu interior y ver reflejado, en imágenes reales, lo que descubras en ese viaje.
Desde una perspectiva filosófica, RDS se sustenta en la idea de que la creatividad es una forma de ser. El legendario productor Rick Rubin afirma que la creatividad no es exclusiva de los artistas; todos tenemos la capacidad de crear y de mirarnos con una perspectiva única. En sus palabras, “la capacidad de mirar profundamente es la raíz de la creatividad. Ver más allá de lo ordinario y mundano y llegar a lo que de otra manera podría ser invisible”. Reflejos del Ser aplica este principio: te invita a mirar profundamente dentro de ti, más allá de lo cotidiano, para revelar aspectos ocultos (a veces “invisibles” a simple vista) de tu ser. Es un proceso sin juicios ni respuestas correctas o incorrectas – tal como Rubin sugiere, “la creatividad es simplemente un juego libre sin reglas”, y sumergirse en ese proceso con apertura permite que ocurran hallazgos sorprendentes. Durante una sesión RDS, se crea un espacio seguro y libre de expectativas donde no tienes que “actuar” de ninguna manera; solo ser, experimentar y expresarte auténticamente.
Ahora bien, ¿cómo se combina la exploración emocional con algo tan tangible como la fotografía? La magia de RDS está en integrar lo espiritual y emocional con lo visual y concreto. Primero, mediante técnicas de relajación profunda e hipnosis, accederás a memorias, sensaciones y emociones guardadas en tu subconsciente. Luego, esa revelación interior se ancla en retratos fotográficos tomados durante y después de la hipnosis, de modo que puedas ver físicamente la liberación y transformación que viviste por dentro. El alma está en el cerebro, escribió el divulgador científico Eduardo Punset, destacando que nuestras emociones, ideas, temores y deseos dependen de complejos procesos cerebrales. En RDS, aprovechamos esa conexión mente-cuerpo: una emoción transformada internamente se manifiesta externamente (en tu postura, tu mirada, tu expresión) y la cámara captura ese reflejo auténtico. Dicho de otro modo, la sesión traduce un cambio neuroemocional interior en una imagen visual exterior.
¿Para quién es esta experiencia? Para cualquiera que sienta que necesita reconectar consigo mismo o desbloquear algo interno. Personas con heridas de la infancia no resueltas, falta de amor propio, duelos estancados, bloqueos creativos o simplemente quienes “sienten que algo dentro de sí necesita ser visto” pueden beneficiarse enormemente. No se requiere experiencia previa en meditación ni saber posar frente a una cámara; de hecho, no se trata de posar en absoluto, sino de ser tú mismo. Es importante destacar que RDS no reemplaza una terapia clínica tradicional, pero sí actúa como una experiencia catalizadora para quienes ya están en un camino de autodescubrimiento o sanación personal, aportando perspectivas y energías nuevas a su proceso.Sutilmente a lo largo de esta serie de entradas encontrarás enlaces hacia la página de información y reserva de RDS, ubicados en palabras o frases clave invitándote a profundizar.